Alrededor de cien niños mueren en Chile cada año por el síndrome de muerte súbita del lactante, que se define como tal cuando un niño menor de doce meses fallece y no puede establecerse una causa definitiva.
La cifra ha descendido en 25% en los últimos doce años, según demuestra un estudio realizado por investigadores de Pediatría UC y el Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina UC.
Sin embargo, la tasa de mortalidad por esta causa en Chile es de 0.45 por cada mil niños nacidos vivos en circunstancias de que en los países desarrollados alcanza al 0.1.“En 1997, esta tasa en Chile era de 0.5 muertes por cada mil nacidos vivos y en 2009 llegamos a 0.45 por cada mil nacidos vivos. En los países como Alemania o Noruega lograron reducir la tasa a la mitad en diez años con una campaña de educación dirigida a los padres para lograr que los niños durmieran de espaldas”, explica el autor principal del estudio, doctor Pablo Brockmann, investigador de la División de Pediatría UC y pediatra especialista en enfermedades respiratorias de Red Salud UC.
En nuestro país, dice el especialista, nunca ha habido una campaña específica de prevención y han sido los pediatras los encargados de educar a los papás, ya sensibilizados por la información que llega de fuera. La baja de la tasa también responde al mejoramiento de las condiciones sanitarias, el mayor acceso a la salud y el control de virus e infecciones.
“Pero eso no ha sido suficiente para lograr que sean menos los niños que mueren por esta causa”, advierte. En el estudio realizado por los investigadores UC sobre la base de estadísticas ministeriales, el 59% de los lactantes que fallecieron por muerte súbita entre 1997 y 2009 eran varones y el promedio de edad fue de dos meses. La mayoría de los casos ocurre en invierno y son las regiones del sur del país las que tienen mayor tasa de mortalidad. La Región de Aysén, por ejemplo, tiene el doble de prevalencia que la Región Metropolitana.
Aunque no están claramente establecidas las causas del síndrome de muerte súbita, uno de los factores causales más importantes pareciera ser el sobre abrigo. Es decir, guaguas que duermen con mucha ropa de cama, lo que las hace sofocarse.
Otra causa asociada es el dormir boca abajo porque el niño trata de mover su cabeza y no lo logra.
Está demostrado –dicen los especialistas- que las guaguas que duermen en esta posición tienen 40 veces más riesgo de muerte súbita.
El doctor Brockmann afirma que este tipo de muertes parece estar también vinculado con el déficit de vitamina D, que se sintetiza con la exposición a la luz del sol. “Las tasas son mayores en lugares o en momentos del año en que esta exposición es menor. Un estudio inglés realizado el año pasado asoció esta condición aunque es una hipótesis no comprobada en Chile”, dice.
El estudio realizado por los investigadores UC mostró, además, una mayor prevalencia en madres solteras (62%) y en mujeres de menor nivel socio-económico, lo que podría estar relacionado con características del medioambiente y el hecho de que los niños duermen con un adulto.
- Las guaguas deben dormir de espaldas, sobre una superficie dura y despejada. Idealmente en su cuna, en la pieza de los papás, pero no con ellos.
- La habitación debe estar a una temperatura adecuada y no sobre calefaccionada.
- La ropa de cama debe ser suficiente, pero no exagerada.
- Las mamás no deben fumar durante el embarazo y la lactancia y tampoco debe fumarse en los recintos en que permanece el niño. La presencia de humo de tabaco en el ambiente también ha sido asociado a la muerte súbita.
- Referencia articulo publicado el05 DE SEPTIEMBRE DE 2013 Red Salud UC