La alimentación durante la infancia debe proporcionar la energía y nutrientes necesarios para cada una de sus etapas con el fin de promover un óptimo crecimiento y desarrollo del niño.
Debe planificarse de tal manera que evite o enfrente oportunamente cualquier trastorno por carencia o exceso de nutrientes y favorezca el establecimiento de un patrón de alimentación sana y variada que perdure en etapas posteriores de la vida.
0 a 6 meses
Se recomienda siempre como primera alterativa la lactancia materna exclusiva. En caso en que ésta no sea posible, se indica mamaderas con fórmula.
Durante este periodo NO se debe dar agua, jugos naturales o artificiales o hierbas, ya que la leche proporcionada cubre todos los requerimientos de los nutrientes que los lactantes de esta edad necesitan, salvo vitamina D y fierro que deben ser suplementados según indicación de su pediatra
6 meses a 1 año:
Se comienza la introducción gradual de alimentación no láctea (cereales, frutas, vegetales, carnes), lo que agrega nuevas texturas y sabores. No es recomendable introducir en la dieta alimentos que puedan producir reacciones alérgicas o enfermedades, como el pescado, huevo y miel, así como limitar el uso de la sal y azúcar, que son gustos adquiridos y pueden ser perjudiciales a largo plazo. Desde esta edad es fundamental inculcarles una alimentación saludable, donde las golosinas, jugos artificiales y gaseosas no son recomendables.
1 año a 6 años:
Se incorporan la mayoría de los alimentos (salvo los que pudieran ocasionarle obstrucción de la vía aérea como el maní) en la dieta, de consistencia progresiva. Se recomienda tomar sólo agua para beber. Es fundamental que la familia completa colabore con la adquisición de hábitos y horarios saludables. Es importante recordar que los padres son los que elijen las comidas, no los niños y de servir las porciones correctas para la edad, actividad y tamaño del niño.
6 años a la adolescencia :
En la etapa escolar se debe reforzar las colaciones saludables, evitar las comidas fuera de horarios y mantener las 4 comidas diarias. El sobrepeso y obesidad hay que combatirlos precozmente, ya que el 70% de los adolescentes obesos será también obeso en la etapa adulta.
Teniendo estas consideraciones lo más probable es que logremos que nuestros niños y adolescentes tengan hábitos de alimentación saludables.
Red de Salud UC